jueves, 31 de julio de 2008

Antonio Alcafuz Canquil, Ünen Apo Ülmen Fütawillimapu Mo (Parte I)


Al estudiar la historia Mapuche del territorio de la Fütawillimapu, es posible tomar conciencia de la trascendental incidencia que han tenido los Apo Ülmen en la defensa de nuestras tierras, de nuestras vidas, de nuestra lengua y religión. En definitiva, es inevitable llegar a la conclusión de que las luchas de nuestros Apo Ülmen han permitido que hoy podamos seguir siendo Mapuche.

Para comprender la importancia de los Apo Ülmen es importante recordar, sucintamente, nuestra organización político-administrativa tradicional. La base de la organización Mapuche Williche es la müchuya: un grupo de varias familias emparentadas entre sí, que tienen soberanía sobre un espacio territorial definido en el cual manejan los recursos naturales disponibles de manera independiente de otras müchuya. Esta unidad básica de la estructura organizativa Mapuche, el equivalente del lof de los territorios Wenteche y Nagche, tiene por autoridad política, económica y judicial al Lonko.

En condiciones normales la müchuya es autónoma políticamente, es decir, sólo responde a la autoridad de su Lonko. Esta situación no impide que una müchuya establezca alianzas con otras debido a la existencia de lazos de parentesco o matrimonios entre miembros de distintas müchuya. Los factores económicos y comerciales también acercan a estas unidades territoriales: la escasez de recursos naturales y la consecuente necesidad de realizar chauki (trueque) obliga, en cierto modo, a mantener relaciones relativamente estables. La necesidad de contar con acceso a lugares sagrados o lugares de extracción de recursos (como en el caso de los “mareros”) también precisa de relaciones de amistad entre müchuya. En suma observamos un ancestral sistema de alianzas del cual, hoy en día, podemos encontrar claras manifestaciones.

Ejemplos de müchuya las encontramos en los Títulos de Comisario, Títulos de Merced e, incluso, en algunas de las actuales Comunidades Indígenas creadas según Ley Nº 19.253.

En presencia de un conflicto, las müchuya aliadas se agrupan en una instancia mayor: el kawün o kawin, sujeta a la autoridad de un Apo Ülmen. En las anotaciones de los cronistas, leemos que los españoles dieron los nombres de “parcialidad” y “caví” al kawin, y el nombre de “cacique” al Apo Ülmen.

Si un conflicto afecta a varios kawin, entonces tomaba forma el lewo o srewel. En esta instancia las decisiones eran tomadas en “junta general” por todos los Apo Ülmen, según constatan la memoria oral de nuestros kuifikeche y las crónicas españolas. Sin embargo, el Apo Ülmen anfitrión generalmente oficiaba como principal durante la junta. El ejemplo más conocido de la funcionalidad de esta instancia se da en la firma del Tratado de Paz de 1793.

Siguiendo la lógica de la organización político-gubernamental Mapuche, cuando se presentan eventos de mayor envergadura, son necesarios mayores niveles de coordinación. Es así como los lewo se agrupan para formar los fütalmapu. Ejemplo de fütalmapu es, por ejemplo, la unión de los lewo de Chaurakawün (Osorno), Füta Wapi Chilwe (Chiloé), y el lewo del territorio de Lago Ranco, formando lo que actualmente llamamos Fütawillimapu: “El Gran Territorio Mapuche del Sur” o “Las Grandes Tierras del Sur”.

Por el momento no se cuenta con información detallada respecto a agrupaciones militares como los meli-srewe y ailla-srewe. Sólo hay decir que dichos conceptos no son ajenos a la memoria oral del Fütawillimapu.

Indudablemente que en más de una oportunidad la Nación Mapuche ha movilizado a todos sus fütalmapu, ya sea para los Parlamentos (Quilín, Negrete, etc.) o para los alzamientos generales, como por ejemplo el que se inició con el Triunfo de Curalaba en 1598, dirigido por Pelentraru, y que terminó con la destrucción de Osorno en 1604. La importancia de este acontecimiento radica en el hecho de que se marca el retorno a la independencia desde Bío Bío al sur y un nuevo inicio en las relaciones (¿interétnicas?) entre Mapuche y españoles, gracias a un equilibrio de fuerza a ambos lados de dicha frontera.

Aunque es evidente, hay que reafirmar que un sistema dinámico basado en la autonomía de sus unidades estructurales, capaz de organizarse internamente en estructuras u órganos cada vez mayores, sin atentar jamás contra el principio de unidad de la Nación, debe tener un tiempo de maduración considerable (¿mil años, 1.200, 1.500, 2.000,…?). Esto ratifica que el Pueblo Mapuche se ha desarrollado y vive en el mismo espacio donde surgió.

Dado que los winka no iban a detener su proceso de invasión (que aún no ha terminado), las estructuras superiores de la organización ancestral Mapuche, a niveles de kawün y lewo, se volvieron más estables, pero sin perder su autonomía política respecto de sus pares. Esta situación abrió un camino para que los españoles buscasen la “amistad” de los Lonko y Apo Ülmen: la corona española comienza a entregar bastones con empuñadura de plata, monturas, estribos de plata, grados militares e incluso sueldos a los Apo Ülmen para ganar su confianza. El objetivo de acercarse a los Apo Ülmen respondía a las estrategias que en el momento los winka estimaran convenientes: influir en las relaciones de las unidades territoriales, doblegar a las autoridades Mapuche con alcohol o convertirlos a la religión católica, etc.

El mayor efecto que trajo consigo el acercamiento entre Lonko y Apo Ülmen y las autoridades españolas, más allá de la incorporación de algunos elementos materiales, fue la consolidación de figuras de poder frente al español. Demás está decir que dentro del territorio Mapuche las costumbres ancestrales de desenvolvieron de manera casi normal.

Entre los elementos materiales que se incorporaron como símbolo de autoridad Mapuche se encuentra el “bastón de mando” o wiño-pañilwe, el que es traspasado de Apo Ülmen saliente a su sucesor en una solemne ceremonia.

De la época de la firma del Tratado de Paz de 1793, encontramos un óleo en el que aparece el Cacique Katriwala, del territorio de Sragwe (Rahue), con el wiño-pañilwe en su mano derecha. Contemporáneo a Katriwala, encontramos a Kolün, Apo Ülmen del territorio de KülaKawin (Quilacahuín), que también debió ser poseedor de uno de los bastones de empuñadura de plata que identifican a las autoridades Mapuche. Bajo esta suposición, es probable que dicho bastón haya sido traspasado a sus descendientes hasta llegar a Don Gregorio Trunci, firmante del primer Memorial de los Apo Ülmen junto a sus pares de Remehue, San Pablo y Rahue, el año 1894. Sucedió a Gregorio Trunci, José Santos Maitre, quien entrega el bastón de José Narciso Maitre a mediados de la década de 1920.

El wiño-pañilwe del territorio de KülaKawin sería profanado más tarde por los misioneros alemanes un día 24 de septiembre de 1932, mientras era Apo Ülmen Don José Santos Conapil. Esto marcó un quiebre en las relaciones entre el cacicado y la iglesia católica, incluso mientras Juan Antonio Llafquen Anchillaf lo sucedía en el cargo. El “bastón de mando” acompañaría más tarde a Juan José Canquil Tranacan, mientras se redactaba el histórico Memorial de 1936, para ser luego entregado a Juan Marican Millan quien fuera asesinado por usurpadores sedientos de tierra, el día 31 de enero de 1956. Don Bernardino Conapil Millán fue el sucesor del asesinado Apo Ülmen Marican, pero sólo ejerció de “nombre” en el cargo.

Posterior al golpe de estado de 1973, aparatos represivos de la dictadura militar asesinan a Abelino Runca Runca, secretario y yerno del también asesinado cacique Juan Marican, el día 14 de diciembre de 1975 remeciendo el entorno cercano a los Apo Ülmen de KülaKawin. Con este hecho se inicia una época muy difícil en la Fütawillimapu: se produce un cambio forzado de Apo Ülmen en el territorio Künko, comienzan los efectos del Decreto Ley 2.568 de 1979 (creación de la propiedad individual a partir de la división de Títulos de Merced, abolición por decreto de la identidad Mapuche), problemas de Contribuciones, usurpaciones de terrenos Mapuche, desalojos, remates,…

En este contexto, en el que el conflicto afectaba a toda la Nación Mapuche, a principios de los ochenta comienza un proceso de reestructuración de la organización ancestral (kawün, lewo y FütalMapu), siendo el sucesor de Bernardino Conapil uno de las principales actores de dicho proceso.

El día 19 de junio de 1983, en presencia de unas doscientas personas, el saliente Apo Ülmen, Bernardino Conapil Millán, hace entrega del “bastón de mando” a Don Antonio Alcafuz Canquil, quien unos meses más tarde asumiría como la voz oficial de toda la Fütawillimapu.

(Continúa…)


Lectura recomendada:
Tratado de Paz firmado a orillas del río Las Canoas, 8 de septiembre de 1793
Memorial de los Caciques de Osorno, 1936
“Los Mapuche-Huilliche del Futahuillimapu Septentrional: Expansión Colonial, Guerras Internas y Alianzas Políticas (1750 - 1792)", Eugenio Alcamán, 1997.

martes, 22 de julio de 2008

Acerca de Leftraru, nuestro "gran chileno"...

A finales del pasado año 2007 del calendario Winka, recordamos el inicio de toda la parafernalia de los "grandes chilenos" y la aparición de Leftraru (Lautaro), como uno de los "finalistas" de una especie de concurso organizado por TVN en el marco del supuesto bicentenario del país "de al lado".

En este contexto se me ocurrió enviar un mail a grandeschilenos@tvn.cl, en un tono moderado, pero que representara mi malestar ante esta situación. El mail que envié el día 6 de diciciembre decía así:

"Sin duda Chile tiene grandes chilenos, pero algunos de los que aparecen en la lista no son precisamente chilenos: Luis de Valdivia, Pedro de Valdivia o Alonso de Ercilla son españoles... pero lo que a muchos Mapuche nos ha parecido una falta de respeto es la inclusión del gran toki Leftraru (Lautaro) dentro de los "grandes chilenos". Hay que recordar que la nacionalidad chilena fue impuesta (en forma inconsulta) a mi nación por O´Higgins allá en 1819 lo que implicó una igualdad jurídica entre chilenos y Mapuche, lo que a la larga se tradujo en la usurpación de nuestros territorios y el empobrecimiento de mi pueblo. El punto es que Leftraru es símbolo de nuestra libertad: los españoles fueron los primeros en intentar subyugar a mi raza y la lucha de este toki permitió nuestra supervivencia (lamentablemente los chilenos terminaron por minimizarnos, pero en ningún momento extinguirnos).
No pretendo crear un clima de odiosidades entre Mapuche y chilenos (es más muchos chilenos son casi como hermanos y vivimos más como chilenos que como Mapuche) pero considero que es necesario que la historia sea justa y que no esté al servicio de una sociedad que ha cometido muchos atropellos con mi raza y cuyas instituciones no han pedido perdón por el genocidio de la "Pacificación de la Araucanía", las matanzas y las usurpaciones de nuestras tierras, ni tampoco han buscado reparar el daño cometido (la constitución no nos reconoce como lo que somos: un PUEBLO prexistente a la nación chilena) y nuestras luchas son criminalizadas por la ley antiterrorista 18.314 herencia del asesino Pinochet.

Me sobrepasé con lo que quería decir. Simplemente quiero recalcar que Leftraru no es chileno, es Mapuche y que las nacionalidades chilena y argentina fue impuesta a mi Pueblo-Nación Mapuche. De antemano muchas gracias por el tiempo empleado en leer estas líneas... aunque dudo que se tomen en cuenta.

Salvador Rumian Cisterna
Mapuche Williche de la FütaWilliMapu"

La verdad no creí que estos señores me respondieran. Pero lo hicieron. El 11 de diciembre tenía una respuesta:

"Estimado Salvador:
Muchas gracias por visitar nuestro sitio y enviarnos su sugerencia o comentario. A lo largo de la historia de un país joven como el nuestro, numerosos personajes nacidos en el extranjero contribuyeron grandemente a la construcción del país que somos hoy. Algunos de ellos se nacionalizaron chilenos y otros no, algunos vivieron aquí muchos años y otros estuvieron de paso, pero en todos los casos escogidos se consideró justo reconocer su mérito y contribución a nuestro país. Con mucho respeto se incluyó al gran toqui Lautaro en la lista, como una manera de enaltecer la persistente lucha de su pueblo contra los conquistadores españoles. Desde luego Lautaro nunca fue nacionalizado chileno, pero su contribución en la historia de nuestro país fue considerada como grandiosa y muy importante para un territorio en el que hoy convivimos chilenos y mapuches. Para nosotros ha sido una grata sorpresa saber que el Toqui Lautaro ha sido considerado por el pueblo como un "Gran Chileno" y ha conseguido el séptimo puesto dentro de los 10 personajes más votados. Por ello un documental será dedicado por completo a Lautaro y podrá ser candidato el próximo año al puesto del "Gran Chileno de la Historia". Le adjuntamos información sobre el proyecto; ante cualquier otra inquietud, por favor, no dude en contactarse con nosotros.
Saludos cordiales,
Equipo "Grandes Chilenos de Nuestra Historia"
Televisión Nacional de Chile"

Claramente no se acepta el hecho de que los chilenos también son invasores en territorio Mapuche. Nada de que sorprenderse.

Junto a esta respuesta me llegó información acerca del programa. Nada relevante.

Hay una biografía de Leftraru en el sitio de EducarChile que se puede ver AQUÍ. No está hecha por Mapuche, evidentemente.

Para finalizar con estas líneas, sólo decir que me da verguenza no haber reaccionado antes para defender lo que Leftraru representa para nosotros. Tenemos una tarea pendiente...

Leftraru, mongelekai tami newen. Nelskümngetupe fill tami pu che!!!
Masrichiweu!!!!

Curiosidades del Che Süngun, revitalización y evolución de nuestra lengua, metal y otras yerbas…

Nuestra lengua es uno de los grandes legados que nuestros Kuifi Ke Che Yem nos han dejado. De eso no hay duda, pero muchas veces pareciera que en nosotros, las nuevas generaciones, el uso cotidiano del Che Süngun o Mapu Zügun (o como se llame la variante de cada territorio) va en retroceso.

Dado que las nuevas generaciones no hacemos uso “público” de nuestra lengua, es de esperar que la sociedad dominante cada cierto tiempo haga sentir que el Idioma del Pueblo-Nación Mapuche se extingue. Ejemplo >AQUÍ.

Evidentemente tenemos que revertir esta situación.

No es el propósito de estas líneas rebatir las opiniones u observaciones que pudiera realizar cierto sector de la sociedad chilena respecto al estado de nuestro Idioma. A decir verdad “no estoy ni ahí”. Prefiero escribir cosas que me suban el ánimo.

Con el debido respeto a la herencia de mis antepasados (como he aprendido de mi chau) me permito contar aquí algunas curiosidades de la variante del Idioma Mapuche hablada en el territorio Künko, actual provincia de Osorno hacia la costa, llamada Che Süngun (pronúnciese “che” casi como “tse”).

Ya a principios de 1600, Luis de Valdivia notó que si bien en todo el Territorio Mapuche se hablaba la misma lengua, existían variantes regionales claramente distinguibles que correspondían a unidades político-religiosas, de carácter dinámico, también claramente identificables. Dado el alto grado de autonomía de cada unidad, en este caso FütalMapu (que a su vez se subdivide en otras unidades más pequeñas hasta llegar al Lof o Müchuya, también con ciertos grados de autonomía), en lo que respecta al espacio territorial utilizado, al uso de recursos naturales, a las alianzas políticas, etc., que sumado a factores espaciales, climáticos y comerciales, es que se formaron las variantes que ahora conocemos. Evidentemente, estas variaciones territoriales, que no sólo se limitan a la lengua, nunca atentaron con el principio de unidad de la Nación.

De todas las variantes de la lengua Mapuche que han sobrevivido, la más divergente es el Che Süngun. Veamos algunas palabras curiosas:

  • Neüneütu: es el equivalente de ofisha, o sea, las ovejas. Esta palabra proviene de la representación que el Mapuche antiguo asoció al balar de estos animales, por tanto, neüneütu es de origen onomatopéyico.

  • Traloftu: es el equivalente de kawellu o kawello, es decir, caballo y/o yegua. Proviene del verbo tralofn que tiene las siguientes acepciones: golpetear, golpear un objeto con un martillo, galopar. Entonces el nombre hace referencia al sonido del galope de los caballos. Origen onomatopéyico.

  • Wampu: es el nombre con que los Mapuche designamos a las canoas. Al parecer las canoas tenían una función de transporte de una importancia tal, que de alguna manera ha trascendido en el tiempo. Actualmente, el concepto wampu también involucra a los microbuses que recorren los difíciles caminos del territorio Künko.

  • Laf-laf namun (pronúnciese la “l” como “sl” y la “n” entredientes): es el equivalente de kansu, o sea, los gansos. El origen etimológico (¡!) de esta palabra se encuentra en los términos laf, plano, y namun, pie o pata. En suma, laf-laf namun hace referencia al gracioso caminar de los gansos con sus patas planas.

  • Srinkiwe o Shinkiwe: después del Tratado de Paz de 1793, con la consecuente reconstrucción de la ciudad de Osorno y el poblamiento de la misma con gente venida principalmente de Chiloé, se produjeron inevitables “relaciones interétnicas” (¡!) entre el territorio Mapuche libre y el territorio cedido a los españoles, que a la larga resultaron en la incorporación de algunos elementos de la cultura winka. Entre estos destaca la incorporación de la guitarra a la que los antiguos asociaron la palabra “srink” como sonido representativo (onomatopeya de un acorde mayor que probablemente es un Mi, en afinación normal). Por tanto, srinkiwe, es el objeto con el que se logra un “srink”.

WARNING: Las líneas siguen a continuación son una clara evidencia de que el autor de estas líneas exhibe un alto grado de farraguismo o, simplemente, es un wesha lonko. Se recomienda al lector descontinuar la lectura.

Probablemente, si el estilo musical de Chiloé hubiese sido un poco más pesado (con una afinación más baja), la onomatopeya no hubiera sido “srink” sino “sronk” (D,C#) o quizás “wronk” (B,A#,A). ¿Se imaginan un sronkiwe o un wronkiwe?

Ya que estamos en el tema de las guitarras, ¿Cómo podríamos llevar al Che Süngun el concepto “guitarra eléctrica”? Esto nos lleva a la pregunta: ¿Cuál es la manifestación natural de la electricidad que nuestros antepasados observaron? Respuesta: el relámpago o llüfken. Esto tiene sentido si pensamos que, por ejemplo, en el thrash los riffs son electrizantes y los solos son muuuuy rápidos (basta con recordar a Slayer o Kreator de mediados de los 80). Entonces, guitarra eléctrica = ¿llüfkelu srinkiwe? o ¿llüfke-srinkiwe?.

También podríamos irnos por el lado más pesado o fanelu. Esto tiene sentido si nos acordamos de esos riffs pesados de los primeros tiempos de Sepultura, o los primeros de discos de Suffocation y del resto de las bandas terminadas en “ation”. Por lo que tendríamos, de acuerdo a la traducción del Kimche Rosendo Huisca (a quien le agradezco sus enseñazas y que espero siga siendo mi maestro), fane-srinkiwe. También podría ser, según yo, siguiendo el ejemplo de Pascual Coña con la traducción de “fósforos”, fane-tayultualchi srinkiwe, lo que (según yo) sería “el objeto con el que se hace un srink y se obtiene música pesada” (Ud. ya está conciente del WARNING).

Ahora, ¿Por qué fane-tayultualchi y no fane-ulkantualchi? Según un pichi nütramkan que sostuve con un conocido ülkantufü del territorio del Fusi (Budi), el tayul es más informal que el ül, por lo que la primera opción DEBERÍA ser más adecuada.

Ya que estamos en el tema del metal, que en nuestra lengua se traduce como pañil o pañilwe, ¿Cómo podríamos traducir el concepto “batería”?

A la mente se me vienen los instrumentos de percusión Mapuche: el Kultrun y la Makawa (nótese que NO son LA Kultrun y EL Makawa). En Che Süngun, kultrun es el verbo “percutir” y no el instrumento en sí mismo. Es curioso notar que, lo que en otros territorios Mapuche se conoce como Kultrun, en el territorio Künko es el Kultru-sralitu o Kultra-sralitu, donde srali (rali), es la forma de cono truncado hueco, concepto que comúnmente se aterriza como “plato”. Por tanto, batería sería Füta Kültrukawe, pero debido a la importancia ritual del Kultrun es posible que por aquí no vaya la cosa. Por otro lado, respecto al origen etimológico de la palabra Makawa, por el momento, me resulta un completo misterio… y no se me ocurren otras opciones.

Lo que pretendo mostrar, después de escribir tanto disparate, es que dado que las actuales generaciones nacemos en un mundo donde la cultura occidental es atractiva en muchos ámbitos, los Mapuche tenemos que ir actualizando ciertos aspectos de nuestra cultura, entre ellos nuestra lengua.

A muchos de nosotros nos gusta la música winka (metal, rancheras, cumbias, hip-hop, punk, boleros, etc.), a algunos el arte, a otros las viviendas o los automóviles o los partidos políticos (lamentablemente) y no por eso dejamos de ser Mapuche, contrariamente a lo que sostiene el omnisciente historiador chileno Sergio Villalobos. Evidentemente, no debemos aceptar todo lo que el mundo occidental nos “ofrece”, por lo que debemos aplicar el Kuifi Srakisuam y tomar los elementos que permitan la permanencia en el tiempo de nuestro Pueblo. No olvidemos que alguna vez el gran chileno Leftraru incorporó al traloftu (caballo) para lograr un equilibrio de fuerzas con los invasores españoles.

En este proceso también deberíamos, en mi opinión, “contaminar” con nuestra cultura al entorno en que nos desenvolvemos: nuestras casas, trabajos, hospitales, escuelas, universidades, la música, el arte y hasta los autos (en el caso de los Mapuche que tengan uno). De esta forma mantenemos viva parte de nuestra cultura.

Y como todo en el universo tiene su complemento, hay aspectos que no tienen que cambiar: el deseo de recuperar nuestro territorio, vivir día a día nuestra religión y luchar para que nuestra Nación pueda elegir su destino con libertad.

viernes, 11 de julio de 2008

A 24 años de la muerte de nuestro Apo Ülmen y Lonko José Santos Lincomán Inaicheo



Siempre es bueno recordar a aquellos peñi y lamüen que con su ejemplo nos invitan a no olvidar la herencia de nuestros antepasados y nos inspiran a seguir luchando, en los nuevos escenarios en que vivimos, por recuperar la dignidad que como Pueblo y Nación hemos perdido.

Uno de estos peñi, es el fallecido Apo Ülmen y Lonko José Santos Lincomán Inaicheo, del territorio Mapuche Füta Wapi Chilwe, quien partió a la tierra donde viven nuestros Kuifi Ke Che Yem, un 7 de julio de 1984.

Recordamos a José Santos Lincomán como un incansable defensor de los derechos de nuestro Pueblo, no importándole tener que llegar a la cárcel por su lucha, y como un gran poeta que con sus versos, hoy más que ayer, nos da newen para levantar el espíritu.

En la edición número 7 del extinto boletín “Mari Mari Peñi”, de septiembre de 1984, nuestros peñi del territorio Künko y Chaurakawün escribieron el siguiente artículo:

“En este número del “Mari Mari Peñi” hablaremos de un desaparecido jefe del Pueblo Huilliche. Nos referimos a don José Santos Segundo Lincomán Inaicheo (Q.E.P.D.).

Don José Santos, nació el 25 de noviembre de 1910, en Compu – Chiloé. Sus padres fueron: José Santos Lincomán Loncuante y doña María Zoila Inaicheo Teca, nacidos ambos en Compu.

Vivió en su juventud aprendiendo de su raza, de su pueblo, de su gente y de su tierra que tanto amó. Como hombre de isla fue: pescador, lobero, marisquero, cholguero, navegante. Recorriendo islas e islotes, que le dieran sabiduría y conciencia; que le permitieran ser un poeta de su pueblo. Más tarde, contrae matrimonio con doña Alicia del Carmen Inacheo Inacheo, de cuyo matrimonio nacen seis hijos.

Asume el mando como cacique, en el año 1937, un 21 de julio. Cargo que fue muy pesado para este Jefe Mapuche, debido a la situación por la lucha en defensa de sus tierras. Pero a pesar de todos esos problemas y de diferentes detenciones que por esta causa sufrió, siempre tuvo su frente en alto y nunca decayó por nada.

Trabajaron con él en estas interminables luchas: Guillermo Cheuquemán Llancalahuén, Benedicto Cheuquemán Millán, Santiago Millán Millán, Ricardo Lincomán Inaicheo, entre los primeros; luego siguieron junto a él: José Nauto Nauto, Juan Bautista Nauto Antipani, Juan Panichine Maripillán, Juan Francisco Panichine Chiguay y muchos otros más.

En 1980, se crea el Consejo General Huilliche de Chiloé, en el cual fue elegido Cacique Mayor de la Isla. El trabajo de este hombre no fue en vano y merece un lugar preferencial en la historia del Pueblo Huilliche y en especial de Chiloé.

Don José Santos S. Lincomán I., fallece a la edad de 74 años, el día 7 de julio cuando se pone el sol.

En la actualidad queda como Cacique Mayor, interino, su sobrino y secretario General del Consejo Huilliche de Chiloé, don Carlos Orlando Lincomán Lincomán.

Podemos decir, que este ha sido un hombre que luchó e impulsó a sus comunidades a la participación, a hacer respetar lo que es nuestro, a luchar por la justicia y la libertad, como en muchos de sus discursos dijo.”
“Mari Mari Peñi Nº7”, septiembre de 1984. FREDER – Monku Küsobkien.

Para terminar con este pequeño homenaje a José Santos S. Lincomán Inaicheo, nada mejor que un poco de su poesía:

Saludo a mi pueblo querido,
saludo a la tierra mía,
tierra que sin alegría
sólo cultiva el dolor,
sólo esperando el albor
que llegará algún día,
llegará esa tierra mía
con su montaña en flor.
Con toque de kultrun;
al grito de la trutruka
dejaremos triste ruca
sumida en el dolor.
Levanta hermano querido
de tu soñar de esperanza
que en nuestra tierra hay esperanza
que vendrá nuestra alegría,
como viene el alba y el día,
ese rubio y gran señor
sobre la cordillera fría
tienda su rayo el sol.
No queremos tiranía,
ni menos opresión,
queremos una nación
libre su soberanía,
que viva la tierra mía
y el pueblo trabajador,
abajo los traidores
que venden a mi nación.




Más acerca de la poesía de José Santos Lincomán Inaicheo:
http://www2.estudiosindigenas.cl/trabajados/POESIA.pdf

jueves, 10 de julio de 2008

Carta de Comunidades Mapuche de Río Negro al Comisionado para Asuntos Indígenas

OSORNO, 09 DE JULIO DE 2008.

Sr. Rodrigo Egaña
Comisionado Presidencial para Asuntos Indígenas
Presente

El 01 de abril del 2008, la Presidenta Bachelet dio a conocer la política indígena del gobierno para los próximos años: Re-conocer: Pacto Social por la Multiculturalidad. Teniendo presente los anuncios realizados el Consejo de Comunidades y Organizaciones Indígenas de la Comuna de Río Negro, señala lo siguiente:

1. Lamentamos que la presidenta no se pronuncie por ratificar el 169 de la OIT sin declaraciones interpretativas ni reservas de ningún tipo que limiten sus alcances. Manifestamos nuestra molestia, pues a la fecha aún la Presidenta “no ha mostrado voluntad de ratificar el Convenio sin declaración interpretativa”. Hay que recordar que el 4 de marzo el Senado aprobó el Convenio, y ya van más de 160 días sin que se promulgue ni se cumpla con su plena ratificación en Ginebra.

2. La reforma constitucional hoy en discusión en el Congreso a propuesta de la Presidenta no se condice con los derechos que propone en sus anuncios, lo que debería llevar a su modificación, queremos que el reconocimiento constitucional sea un instrumento de real alcance y no una mera declaración folclórica.

3. Tampoco hizo referencia alguna a los estándares de derechos reconocidos por la ONU sobre derechos de pueblos indígenas aprobada en septiembre pasado con el voto favorable de su gobierno, los que deberían orientar las reformas jurídicas anunciadas para ser consistentes con dicho voto.

4. También falta claridad en las medidas que el gobierno tomará en respuesta al dictamen de la Comisión de Derechos Humano de ONU respecto a las tierras antiguas de los mapuche y de la aplicación de la ley anti-terrorista. Y en relación a las tierras antiguas, en nuestro territorio prevalecen vigentes grandes conflictos de la tenencia de la tierra. Están las Comunidades Indígena Caleta Condor, Caleta Huellelhue, Ñirehue y La Catrihuala, sosteniendo una lucha contra particulares que son dueños solo en el papel y donde la CONADI ha sido poco certera, rigurosa, dilatadora, irresponsable y cuyo proceso abordado tiene actualmente a familias luchando contra una orden de desalojo. Nos preocupa enormemente que la devolución de tierras sea un camino institucional y legal, vale decir, se trata de una negación tácita de las demandas por tierras ancestrales o antiguas y una negación de la noción de territorio levantada por el movimiento mapuche.

5. Sabemos muy bien que los pueblos indígenas en Chile hoy no tienen participación en las instancias en las que se toman decisiones que les conciernen. No contamos con representante alguno en el Congreso Nacional, en el Gobierno Central, Gobiernos Regionales y locales, tampoco tenemos participación en instancias jurisdiccionales.

6. Nos inquieta que lo destacado por la Presidenta en el área Sistema político, derechos e institucionalidad, no se logre, por no existir consenso político para las modificaciones legislativas que se requerirían para la nueva institucionalidad indígena….y una vez más los pueblos originarios solo nos quedamos con los anuncios y buenas intenciones del gobierno de turno.

7. En relación al desarrollo integral de los pueblos originarios, hoy día existe intervención por parte de la institucionalidad pública en nuestro territorio, por ejemplo hoy en la Comuna de Río Negro son 10 comunidades indígenas focalizadas en la II Fase del Programa Orígenes, cuya misión es “mejorar las condiciones de vida de los pueblos indígenas de áreas rurales promoviendo su desarrollo económico, social, cultural y ambiental sin la pérdida de sus rasgos esenciales de identidad”. Y abordando lo que indica la utópica “misión”, nos preguntamos:
- ¿Cuál será el real impacto de este programa, que tiene serias falencias en su implementación y ejecución y cuyo presupuesto a nivel de familia es ínfimo, alcanzando $504.000 para iniciativas productivas, y con una ejecución presupuestaria de dos años?.

Muchos nos señalan que hoy los mapuche somos los regalones del gobierno, discriminación positiva le llaman algunos…pero esas palabras tienen una cuota de ignorancia… no podemos pensar en desarrollo integral con identidad cuando vemos una intervención asistencialista, de bajo impacto, con programas elaborados en cuatro paredes, con instituciones públicas excluyentes, burocráticas y donde en general el aparataje estatal incluyendo al Gobierno, ve que lo que reclaman los indígenas son solo simples demandas, problemas y no derechos.

8. Autoridades y lamien presentes, no hay que olvidar que la deuda histórica no se salda con sólo re-conocer, sino también con un ejercicio de derecho y autodeterminación que implica aprobar por ejemplo el Convenio 169 sin negociaciones ocultas, reformar la constitución para el reconocimiento real de nuestro pueblo, e impulsar una relación distinta entre el Estado chileno y los pueblos originarios.

9. Existen temas pendientes de importancia, como tierra, territorio y recursos naturales, los que hoy son objeto de amenazas graves por parte de proyectos de inversión que se emplazan en los territorios indígenas, los cuales son definidos en la propuesta, pero no se señalan criterios para su protección.

10. Sabemos que la posibilidad real de que dicho pacto prospere, pasa por reformas no tan solo jurídicas, sino también culturales y de políticas públicas, en que los pueblos indígenas y quienes los integran sean respetados en sus opciones de desarrollo, y en sus derechos básicos, como la libertad, integridad física, acceso a la justicia, a la educación, a la salud, a la tierra y territorio, a aprender y expresar nuestra cultura. El temor y la desconfianza está en que todo lo anunciado no sea concretado e inclusive puede ser modificado por la actual administración o que un próximo gobierno defina lineamientos opuestos.

CONSEJO DE COMUNIDADES Y ORGANIZACIONES INDÍGENAS
COMUNA DE RIO NEGRO

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